Mujeres en el exilio en la obra de Manuel G. Sesma

LAS MUJERES DEL EXILIO

Como sigue ocurriendo en la actualidad, los hombres y las mujeres que, por unas causas o por otras, se ven obligados a tomar el camino del exilio, sienten que comienza para ellos una nueva vida. Sin embargo, como escribe Manuel García Sesma, autor de PERSEO, atravesar la frontera, la física y la psicológica, supone, en un primer momento, un cierto alivio:

“¿Confesaré que en el momento de atravesar la frontera (9 de febrero de 1939) no sentí ninguna emoción particular? Es decir, sí: una sensación de alivio. Interiormente me dije: se acabó el peligro incesante de caer prisionero o de morir estúpidamente como (...), destrozado por la aviación. Por el cielo de Gerona patrullan cuatro Junkers enemigos. En el fondo se divisaba entre la nieblina, en ruinas. El embotellamiento de la carretera era indescriptible. ¡Qué triste espectáculo es una retirada![1]

            Pero, al día siguiente, cuando el exilado es “aparcado”, encerrado, en un campo de concentración [2], la sensación de alivio se convierte en sensación de angustia [3] ante un espectáculo de auténtica tragedia humana:
            “Mi primera y más terrible experiencia fue la del Campo de Concentración de Saint-Cyprien (P.O.), en el que ingresé el 9 [4] de febrero de 1939. Era una enorme franja de playa del Mediterráneo, acotada por alambradas y guardada por soldados senegaleses, armados de fusiles y ametralladoras. Allí se amontonó al aire libre, en los primeros momentos, una multitud inmensa de refugiados (de 90 a 100 mil), sin una barraca ni tienda de campaña. Durante los tres primeros días, no nos dieron de comer ni un pedazo de pan ni de beber un vaso de agua. Nuestro espacio vital se reducía al de un ataúd, y cuando llovía o soplaba muy fuerte la tramontana, para protegernos, hacíamos grandes hoyos en la arena y nos apretábamos tres o cuatro camaradas debajo de nuestras sucias mantas, salvadas de la guerra. Pronto la miseria se apoderó de todos los refugiados y el primer espectáculo de cada mañana lo constituían el desfile de los muertos durante la noche y la matanza general de los piojos que les invadían y les torturaban. Por las noches todavía había otro espectáculo más alucinante: el de los individuos atacados de disentería, corriendo, resbalando y cayendo en la ancha y larga capa de excrementos de las orillas del mar, que exhalaban un hedor nauseabundo. Por supuesto, la mortandad era espantosa (fallecieron allí varios cientos de compatriotas) y en un principio los franceses se desembarcaban de los cadáveres arrojándolos fuera del campo, en una larga y profunda zanja y cubriéndolos con una capa de cal viva. Más tarde los encerraron en toscos féretros y los inhumaron en un cementerio.”

            ¿Cómo puede sobrevivir un ser humano, por muy fuerte que sea, en semejantes condiciones? Gracias fundamentalmente a las pequeñas y grandes manifestaciones de solidaridad humana. Fue el caso de Manuel García Sesma, y fue, así mismo, el caso de la madre de PERSEO, Adela Truyas Andreu [5], una joven afiliada a la CNT en Canet de Mar, que, para evitar las represalias, abandonó su pueblo camino del exilio.
            Adela Truyas conoció “la expresión de solidaridad” por parte de Manuel García Sesma, quien, además de ayudarla a mejorar sus condiciones de vida en el exilio, compuso un relato [6] con su testimonio, gracias al cual, 64 más tarde (febrero 2006), su hijo, PERSEO, conoció todas las peripecias vividas junto a su madre durante los dos primeros años de su vida (1941-1942).
            Testimonio literario que permanecerá, entre otros, como símbolo del drama humano que supuso para tantas mujeres (catalanas o vascas, navarras, andaluzas,..) dar a luz durante su exilio, aunque, como en este caso, la solidaridad de las enfermeras suizas, Betty, Elisabeth Eidenberg [7], supusiera para ella, y para tantas otras madres, un consuelo temporal inolvidable.


            Suzy Valats

Mujeres del exilio son también aquellas que, ciudadanas del país de acogida, no dudaron en expresar su solidaridad con los exiliados españoles. Un simple par de guantes, por ejemplo, adquiere, en esas circunstancias, el valor del mayor regalo del mundo:

“Para que no interpretes - escribe Manuel García Sesma a Suzy Valats - mi rechazo sistemático como una brutal cabezonería, quiero que me hagas un par de guantes.” Cuando Ella leyó aquellas líneas su corazón le dio un vuelco. Poco le faltó para llorar de alegría. ¡Tricotar para El...! Era el colmo de la felicidad. Al fin. Había conseguido hacer algo por su amigo desconocido. ¿Pero qué...? Dudó un momento. ¿En la situación en la que se encontraba, un simple par de guantes sería realmente su necesidad más urgente...? ¡Qué extraño era todo aquello...! [8]

            Suzy Valats[9] llevaba compartiendo con Manuel García Sesma muchos meses de correspondencia (él, en los campos de concentración de Saint-Cyprien, Gurs, Argelès-sur-Mer,..., y ella en Albi y Cruzi (pueblo de los Pirineos en donde ejerció como maestra). Lo que había comenzado como una necesidad de distracción necesaria, para él, y de “expresión de solidaridad” e interés intelectual para ella, se transformó poco a poco en “le roman le plus beau et le plus romantique qu´un exilé ait vécu [10]”. Esta relación amorosa, en francés, que duró dos años y 10 meses (6-V-1939 / 7-III-1942 [11]), maduró a Suzy Valats y salvó a Manuel García Sesma. La ruptura la cuenta Manuel García Sesma en otro relato, en francés, publicado en la revista municipal, FITERO-2004:

“Ocurrió el 18 de Mayo de 1942. Me acuerdo perfectamente. Acababa de bañarme en las aguas del Ibie. Hacía calor. Era mediodía. Cuando llegué a mi casa para comer, mi camarada Mateu me dio una carta. Reconocí enseguida la escritura y la abrí inmediatamente. ¡Qué sorpresa tan extraordinaria! Su primera palabra me produjo el efecto contundente de un tiro a quemarropa. Desde hacía tres años, las cartas de esta joven comenzaban siempre con una expresión conmovedora. Esta vez, sin esperarlo, de improviso, el encabezamiento era una palabra, un palabra sencilla y seca, como la detonación de un revólver. El resto.........”

            El testimonio reciente de la única hija de esta mujer vino a poner de manifiesto aspectos de la historia de una relación que merece ser estudiados con detenimiento: amor y exilio; la lengua del exilio (correspondencia en francés entre un escritor español y una estudiante de magisterio francesa); dependencia y autonomía de la mujer francesa de la época; mujer y Estado,...  
Otro ejemplo de solidaridad lo encontramos en un relato de Manuel García Sesma, PAX, publicado en la Revista IDIOMAS[12] (Escuela Oficial de Idiomas de Soria: ). En él Manuel G. Sesma describe el “oasis” de paz que constituía el hogar de la familia Guichard (Bouelles, Normandía), en la que él pasó algún tiempo en 1943:
 “Je pris vite en affection cette humble famille et son foyer où regnaient la simplicité et la cordialité et où je trouvais toujours indéfectiblement un chaud accueil, une bonne table et un lit confortable. En outre, c´était pour la première fois que j´habitais un foyer français. Depuis 57 mois d´exil, j´avais connu en France tout: les camps de concentration, les refuges, les “lager”, les écuries, les mansardes, les paillers, les casernes, les hôpitaux, les hôtels...., tout, sauf un foyer. Ajoutez encore à ces 57 mois d´expatriation d´autres 31 mois de guerre dans mon pays et alors vous vous expliquerez parfaitement que la rencontre d´un foyer même modeste, même étranger, au bout de ce long intervalle, eut pour moi l´émotion d´une trouvaille.
Trouvaille de quoi...?
Tout d´abord, de la paix.
Mais oui: cet humble village et ce pauvre foyer, ces braves vieillards et sa jolie fillette représentaient justement avant tout dans ces temps turbulents, l´image sereine de la paix. De la paix extérieure et de la paix intérieure.
Dehors...
Hélas! Dehors le monde était un enfer.
La France se déchirait férocement. La Faim, la Haine et le Sang étaient les maîtres de la situation.
La guerre dominait toute autre préoccupation.
Mais à Bouelles on ignorait complètement la guerre.
Et la Faim
Et la  Haine
Et le Sang.
Et les luttes politiques et sociales.
Bouelles était une oasis.
Et le foyer des Guichards, un tabernacle dans la conscience simple et pure de ses habitants, il n´y avait lieu que pour de nobles sentiments [13].”

Las mujeres del exilio son también aquellas que, en circunstancias extremadamente dramáticas, sufren desgarros emocionalmente imposibles de soportar. Fue el caso, uno de tantos, de esa madre que ve cómo su hijo cae al mar. Así lo cuenta Manuel G. Sesma en la parte final de una composición poética titulada “Amor de madre [14]” :

“Un camión hundióse de pronto en un bajo,
cubriendo las aguas a sus ocupantes,
y a un niño de pecho con fuerza arrancando
a los descarnados brazos de su madre.

Ésta lanzó un grito de angustia suprema,
y sin que ninguno pudiese impedirlo,
dando un ágil salto, como una pantera,
se arrojó al torrente a salvar al niño.

Ante las miradas de terror de todos,
como fulminados por súbito rayo,
en unos instantes, el turbión fangoso
sumergió a sus presas en su seno trágico.

Y el hijo y la madre fueron a abrazarse
para siempre, al fondo del mar turbulento,
hundidos por olas hirvientes, gigantes,
que se derrumbaban con furor de truenos.”




[1]Diario de un exilio.” Manuel García Sesma. Inédito.
[2]Esos campos son ataques a la dignidad humana y un baldón para la civilización.” Psicología del Campo de Concentración. Apuntes para un ensayo. Manuel García Sesma. Ensayo inédito.
[3] “En efecto, toda la vida del campo de concentración es en el fondo una expresión de angustia.” Psicología del Campo de Concentración. Apuntes para un ensayo. Manuel García Sesma. Ensayo inédito.
[4] El día 9 atravesó la frontera francesa de Port-Bou. Pero sería la noche del 10 cuando entró en el campo de Saint-Cyprien, y, según escribe él mismo, su primera noche en ese campo sería el día 11 de febrero.
[5] Adela TRULLAS ANDREU, esposa de Francisco Maíllo Ramos, nació en Canet de Mar el 10 de junio de 1912, y murió el 9 de diciembre de 1995, en Aubenas.
[6] El texto de este relato formaba parte de un legado que, a su fallecimiento, soltero y casi sin familia, quedó un tanto desperdigado. Una parte quedó depositado en el Ayuntamiento de Fitero, y otra parte nos la cedió a nosotros mismos un familiar de la persona que, después de haberle protegido durante toda la vida,  la tenía guardada en su casa.
[7] La maternitat d´Elna, bressol dels exiliats. Assumpta Montellà i Carlos. Editorial Ara Llibres, 2006.
[8] TRICOT. Manuel García Sesma. Revista IDIOMAS-2006. Escuela Oficial de Idiomas de Soria.
[9] Partida de nacimiento: “Suzanne Emilia Valats. Le dix-neuf novembre 1919 à deux heures du soir est né a Gaillac, Rue de la Vie Suzanne. Emilia du sexe féminin de Valats Albert Henri 42 ans serrurier et de Lacam Louise 40 ans son épouse sans profession domiciliés à Gaillac Rue de la Vie. Dressé le vingt novembre  1919 à neuf heures et demie du matin sur présentation de l´enfant et déclaration fait par le père. En présence de Benezette Armand pareur et Bousquet Emile charpentier domiciliés à Gaillac en lecture forte ont signé avec le déclarant et nous Jean Dulaureau adjoint au Maire de Gaillac, officier de l´état civil.” Se casó el 22 de julio de 1942, falleciendo en Castres el 29 de diciembre de 2000. Recogemos su partida de nacimiento y sus datos biográficos porque esta mujer es uno de los ejemplos más claros de solidaridad del pueblo francés con el pueblo español. La importancia de su correspondencia con Manuel García Sesma pondrá de relieve, estamos convencidos, aspectos de este tiempo de exilio que han sido poco estudiados.
[10] “...:la novela más bonita y más romántica que un exilado haya vivido nunca.” VIDE, Manuel García Sesma. Revista FITERO-2004.
[11] Se conservan las 126 cartas escritas por Suzy Valats. Las de Manuel García Sesma siguen en paradero desconocido, aunque queden algunos extractos en un Diario inédito.
[13] Cogí afecto por esta humilde familia y su hogar en el que reinaban la sencillez y la cordialidad y donde encontraba siempre indefectiblemente una acogida calurosa, una buena mesa y una cama confortable. Por otra parte, era la primera vez que vivía en un hogar francés. Después de 57 meses de exilio, había conocido en Francia de todo: los campos de concentración, los refugios, los “lager”, las cuadras, las buhardillas, los pajares, los cuarteles, los hospitales, los hoteles..., todo, menos un hogar. Añadamos a estos 57 meses de expatriación otros 31 de guerra en mi país y entonces explicaréis perfectamente que el hecho de encontrarme con un hogar incluso modesto, incluso extranjero, al cabo de este largo intervalo de tiempo, supuso para mí la emoción de un hallazgo.
Hallazgo de qué?
En primer lugar, de paz.
Sí: este humilde pueblo y este pobre hogar, estos valientes viejos y su bonita niñita representaban justamente ante todo en estos tiempos turbulentos, la imagen serena de la paz. De la paz exterior y de la paz interior.
Fuera...
Hélas! Fuera el mundo era un infierno.

Francia se desgarraba ferozmente. El Hambre, el Odio y la Sangre eran dueños de la situación.
La guerra tapaba cualquier otra preocupación.
Pero en Bouelles se ignoraba completamente la guerra.
Y el Hambre
Y el Odio
Y la sangre.
Y las luchas políticas y sociales.
Bouelles era un oasis.
Y el hogar de los Guichard, un tabernáculo. En la conciencia sencilla y pura de sus habitantes sólo cabían los sentimientos nobles.”
[14]Poemas de guerra y destierro.” Manuel García Sesma. Campo de Concentración de Argelès-sur-Mer, 30.X.1940. Inédito.


Juliana Sesma Aguirrebeitia

Mas, cuando se habla de las mujeres del exilio, nos olvidamos casi siempre de aquellas que esperaban, en Bilbao, en San Sebastián, y en cualquier rincón de España, noticias de sus familiares desterrados. Juliana Sesma Aguirrebeitia, madre de Manuel García Sesma, era una de ella. ¡Más de veinte años sin ver a su hijo exilado! Y, cuando llega la hora del reencuentro (1960), las despedidas vuelven a poner de relieve que el exilio no acabará nunca. Así describe estos momentos el escritor exilado: “¡Cómo sigue mi madre...!  Me despidió sin gestos de ninguna clase, con una mirada de resignación infinita. ¡Pobre! ¡Que Dios tenga piedad de ella!”(Carta dirigida a un amigo el 5 de octubre de 1969.)

Muchas fueron, en fin, las mujeres del exilio que asumieron tareas de responsabilidad política. Julia Alvarez, de Villafranca (Navarra) fue de ellas. En estos términos escribía (carta inédita) a su paisano, Manuel García Sesma, en 1944:

Toulouse 7 diciembre de 1944

Julia Alvarez [15]

Al compatriota Manuel García Sesma
Chez Mr. Eugène Denis
St. Cyr-en Bourg (Maine et Loire)

Estimado compatriota: Por un amigo del Comité de Liberación de Privas (Ardèche) nos llega su dirección y tengo mucho gusto de escribirle desde este Secretariado de Propaganda y Prensa de Unión Nacional Española primero para ponernos en comunicación con un preclaro español, como es V.; y segundo para pedirle su colaboración en el trabajo que estamos llevando a cabo por la reconquista de España.
¿Es que usted no está en relación con algún Partido o Sindicato? Si es así y usted tiene interés que nosotros lo pongamos en relación lo haremos con mucho gusto. No tiene más que hacernos una simple indicación. Así mismo díganos si le interesa recibir prensa y de qué clase, pues sabemos que vive ahí muy retirado.
Esperamos nos dé su adhesión a nuestro movimiento y le enviaríamos su carnet de adherido.
Y esperamos que no ha de faltarnos su valiosa colaboración para nuestra Prensa.
Firmado: Julia Alvarez
Secretaría de Propaganda y Prensa
2 bis, rue de May – Toulouse (H/G).


Las mujeres vascas, con las que Manuel García Sesma, según su testimonio, no convivió en el exilio [16], están perfectamente representadas por cualquiera de los tipos de mujer que hemos descrito en esta pequeña introducción al relato de Manuel García Sesma, PERSEO. Ellas, las vascas, las extremeñas, andaluzas, ..., lucharon y sufrieron, vivieron y murieron como verdaderas heroínas. Forman parte del libro de oro de la historia de la humanidad.
Francisco Maíllo Ramos y Adela Truyas Andreu
José Maíllo Ramos y Adela Trullas Andreu

PERSEO MAÍLLO TRULLAS

Perseo MAÍLLO TRULLAS, protagonista de este relato, nació en la maternidad suiza de Elne (Francia) el 19 de febrero de 1941. Era hijo de Francisco MAÍLLO RAMOS (Villanueva y Geltru, 1909 - Aubenas, 1988) y de Adela TRULLAS ANDREU (Canet de Mar, 1912 - Aubenas, 1995). El relato escrito por Manuel García Sesma forma parte de la historia del 160 Grupo de Trabajadores Extranjeros, instalado en Saint-Maurice d´Ibie (Ardèche), formado por españoles... Manuel García Sesma, que dominaba la lengua francesa, fue asignado muy pronto al puesto de telefonista del Grupo [17], situado en el restaurante del alcalde del pueblo, Señor Arzac. Por esa razón, cuando el tío de Perseo, José Maíllo Ramos (Moraleja del Vino, Zamora, 1901 - Chemin de Montjay, 1943) le pide a Manuel García Sesma ayuda para poder traer a su familia (su cuñada y su sobrino Perseo) a la casa en la que vivían, la buena relación entre el Señor Arzac [18] y Manuel García Sesma se convirtió en clave para conseguirlo. A su llegada, Adela Trullas dio a Manuel García Sesma los datos con los que el escritor navarro escribió su relato. 

MANUEL GARCÍA SESMA

Manuel García Sesma (Fitero, Navarra, 1902-1991) comenzó muy pronto su actividad periodística y literaria. Seminarista en Tudela (Navarra), entre 1913 y 1924, escribió con regularidad en los periódicos de aquella ciudad: El Porvenir Agrícola y El Ribereño Navarro. Soldado en Logroño, colaboró en La Rioja (1926). Más tarde, residente ya en Madrid, fue vocal de su Ateneo, presidido en aquella época por Fernando de los Ríos, dedicando su vida a la enseñanza y al trabajo literario. Republicano convencido, formó parte de su ejército, atravesando la frontera, camino del exilio, el 9 de febrero de 1939:
“He comenzado la aventura más grande de mi vida. Ayer, a eso de las diez y media de la mañana – una mañana de sol – pasé la frontera francesa por Port-Bou. Lo hice en camión en compañía de todos los camaradas del 2º Grupo de Obuses Vickers del 105 de Campaña, dependiente de la Reserva General de Artillería. Es decir, no en compañía de todos, puesto que hace cinco días desaparecieron por la noche nuestros sargentos (Baquero, Velazquez, Cazalillas y compañía) y desde que salimos de Barcelona, no han cesado de desaparecer simples artilleros. Sin duda prefieren quedarse en España. Allá ellos. Yo me siento más español que nunca, pero la España de Franco y de la Falange, de los carlistas y de la Guardia Civil, de los curas trabucaires y de los latifundistas, no es la mía; y prefiero vivir libre en el extranjero que esclavo en mi país [19].”

Tras los años de campos de concentración y trabajo forzado, permaneció en Francia hasta que, en julio de 1947, se trasladó a México D. F., en donde vivió otros 26 años de exiliado. Superdotado intelectualmente, consagró toda su vida al estudio, la investigación y la escritura. Su firma sigue viva en muchos periódicos, libros y revistas. A pesar de esto, tanto su obra y su vida, “aventura y fecunda”, como él la definió, siguen siendo absolutamente desconocidas. Es otra de las señas de identidad del exiliado español de 1939. 









[1]Diario de un exilio.” Manuel García Sesma. Inédito.
[2]Esos campos son ataques a la dignidad humana y un baldón para la civilización.” Psicología del Campo de Concentración. Apuntes para un ensayo. Manuel García Sesma. Ensayo inédito.
[3] “En efecto, toda la vida del campo de concentración es en el fondo una expresión de angustia.” Psicología del Campo de Concentración. Apuntes para un ensayo. Manuel García Sesma. Ensayo inédito.
[4] El día 9 atravesó la frontera francesa de Port-Bou. Pero sería la noche del 10 cuando entró en el campo de Saint-Cyprien, y, según escribe él mismo, su primera noche en ese campo sería el día 11 de febrero.
[5] Adela TRULLAS ANDREU, esposa de Francisco Maíllo Ramos, nació en Canet de Mar el 10 de junio de 1912, y murió el 9 de diciembre de 1995, en Aubenas.
[6] El texto de este relato formaba parte de un legado que, a su fallecimiento, soltero y casi sin familia, quedó un tanto desperdigado. Una parte quedó depositado en el Ayuntamiento de Fitero, y otra parte nos la cedió a nosotros mismos un familiar de la persona que, después de haberle protegido durante toda la vida,  la tenía guardada en su casa.
[7] La maternitat d´Elna, bressol dels exiliats. Assumpta Montellà i Carlos. Editorial Ara Llibres, 2006.
[8] TRICOT. Manuel García Sesma. Revista IDIOMAS-2006. Escuela Oficial de Idiomas de Soria.
[9] Partida de nacimiento: “Suzanne Emilia Valats. Le dix-neuf novembre 1919 à deux heures du soir est né a Gaillac, Rue de la Vie Suzanne. Emilia du sexe féminin de Valats Albert Henri 42 ans serrurier et de Lacam Louise 40 ans son épouse sans profession domiciliés à Gaillac Rue de la Vie. Dressé le vingt novembre  1919 à neuf heures et demie du matin sur présentation de l´enfant et déclaration fait par le père. En présence de Benezette Armand pareur et Bousquet Emile charpentier domiciliés à Gaillac en lecture forte ont signé avec le déclarant et nous Jean Dulaureau adjoint au Maire de Gaillac, officier de l´état civil.” Se casó el 22 de julio de 1942, falleciendo en Castres el 29 de diciembre de 2000. Recogemos su partida de nacimiento y sus datos biográficos porque esta mujer es uno de los ejemplos más claros de solidaridad del pueblo francés con el pueblo español. La importancia de su correspondencia con Manuel García Sesma pondrá de relieve, estamos convencidos, aspectos de este tiempo de exilio que han sido poco estudiados.
[10] “...:la novela más bonita y más romántica que un exilado haya vivido nunca.” VIDE, Manuel García Sesma. Revista FITERO-2004.
[11] Se conservan las 126 cartas escritas por Suzy Valats. Las de Manuel García Sesma siguen en paradero desconocido, aunque queden algunos extractos en un Diario inédito.
[13] Cogí afecto por esta humilde familia y su hogar en el que reinaban la sencillez y la cordialidad y donde encontraba siempre indefectiblemente una acogida calurosa, una buena mesa y una cama confortable. Por otra parte, era la primera vez que vivía en un hogar francés. Después de 57 meses de exilio, había conocido en Francia de todo: los campos de concentración, los refugios, los “lager”, las cuadras, las buhardillas, los pajares, los cuarteles, los hospitales, los hoteles..., todo, menos un hogar. Añadamos a estos 57 meses de expatriación otros 31 de guerra en mi país y entonces explicaréis perfectamente que el hecho de encontrarme con un hogar incluso modesto, incluso extranjero, al cabo de este largo intervalo de tiempo, supuso para mí la emoción de un hallazgo.
Hallazgo de qué?
En primer lugar, de paz.
Sí: este humilde pueblo y este pobre hogar, estos valientes viejos y su bonita niñita representaban justamente ante todo en estos tiempos turbulentos, la imagen serena de la paz. De la paz exterior y de la paz interior.
Fuera...
Hélas! Fuera el mundo era un infierno.

Francia se desgarraba ferozmente. El Hambre, el Odio y la Sangre eran dueños de la situación.
La guerra tapaba cualquier otra preocupación.
Pero en Bouelles se ignoraba completamente la guerra.
Y el Hambre
Y el Odio
Y la sangre.
Y las luchas políticas y sociales.
Bouelles era un oasis.
Y el hogar de los Guichard, un tabernáculo. En la conciencia sencilla y pura de sus habitantes sólo cabían los sentimientos nobles.”
[14]Poemas de guerra y destierro.” Manuel García Sesma. Campo de Concentración de Argelès-sur-Mer, 30.X.1940. Inédito.

[15] Julia Alvarez Resano nació (Diario de Navarra, 17 de abril de 2005) en Villafranca (Navarra) en 1903. Hija del presero de Marcilla y de su localidad natal, desde 1931 se lanzó a dar mítines a favor de la igualdad y del reparto de tierras, al tiempo que alternaba sus clases en la escuela de Villafranca con el Centro de Estudios, donde ofrecía clases a los más desfavorecidos. Fue la primera mujer de España nombrada Gobernadora Civil (Ciudad Real). Candidata a diputada por Navarra y Guipúzcoa en las elecciones de 1933, no consiguió el acta, aunque sí la obtuvo en 1936 como diputada por Madrid. Fue expulsada del PSOE en 1945 y, sin medios económicos para subsistir, emigró a México, donde moriría en 1948, a los 44 años, de una hemorragia cerebral. Merichel Mora. Manuel García Sesma habría asistido a su entierro, según testimonio de Trinidad Burgui Resano, encontrándose en ese momento en el mismo cementerio.
[16]yo no he convivido ni por consiguiente estudiado a los desgraciados niños y mujeres, encerrados en estos campos de Francia”. Psicología del Campo de Concentración, Manuel García Sesma. Inédito.
[17]Un camp de travailleurs étrangers en France.” Hervé Mauran. Editions Peuple Libre&Notre temps, Valence, 2000.
[18] Menú de bodas de Robert Arzac (se converva la tarjeta original), hijo del Sr. Alcalde de Saint Maurice, celebradas en Vogüe, 8 de septiembre de 1942, en presencia de 100 huéspedes, al que fueron invitados algunos españoles del 160 GTE: Entremeses variados (Melón congelado Oporto/Jamón del país, aceitunas y mantequilla/Menestra de verduras; Entrantes: Cabeza de ternera salsa real/Bocaditos de la reina/Truchas salmonadas meunière/Encebollado de liebre San Huberto/Judías verdes a la inglesa. Asados: Gansos asado/Pollos de grano/Piernas de presele/Ensalada temporada, Postres combinados: Helado en molde Paulette/Tarta de Saboya/Uvas, Melocotones, Turrones/Píldoras Pequeñas combinados al horno /Chocolatés pralinés; Vinos: Rojo Costas de Setras/Blene Hermitage/Negro Costas del Ródano/Champagne Espumoso; Café, Licores.
[19] Diario de un exilio. Manuel García Sesma. Inédito. 

1 comentario:

  1. Las mujeres, representantes arquetípicas de la vida y los cuidados,se convierten frente a las guerras en testimonios de la destrucción.Victoria Sau afirmaba siempre que hay dos lacras en la sociedad que habría que extirpar: la guerra y la prostitución.

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